Thefamilymonkey nos cuenta cómo fue su paso en Ardea Purpurea Lodge (Villamanrique de la condesa, Sevilla), un lugar paradisíaco rodeado de vegetación. Como ellos mismos describen: "Vas llegando a la entrada del hotel y ya se respira Doñana". Un lugar maravilloso para los amantes del aire libre y además, para estar en familia como thefamilymonkey ¡descubre su experiencia!

“Escapada”: abandono temporal de las ocupaciones habituales, generalmente con objeto de divertirse o distraerse. Aquí las palabras de la RAE para resumir nuestro fin de semana en Ardea Purpurea Lodge, desconexión y diversión. A solo 40 minutos de Sevilla; lo que se tarda en un atasco o en hacer una tortilla de patatas.

Foto: Thefamilymonkey

Vas llegando a la entrada del hotel y ya se respira Doñana: pinos, pájaros, caballos y carruajes. A las afueras de uno de los pueblos más emblemáticos de la romería del Rocío, Villamanrique, se encontraba nuestro oasis para el fin de semana. Antes de saludar a la recepcionista ya nos enamoramos de la cuidada decoración del hall de la entrada. Amablemente nuestra ya amiga Alba, nos enseñó al camino hacia la habitación y pasamos por el especular corredor de madera para llegar a nuestra choza marismeña.

Tres habitaciones, cocina completa, salón y baño. Lo mejor, el porche solo para nosotros que teníamos claro iba a ser nuestro lugar para las cenas. Amelia, la mayor, ya estaba nerviosa por salir a disfrutar de la piscina que ya había mirado con deseo.

Foto: Thefamilymonkey

¡Al agua patos! Piscina con entrada en suave pendiente recordando a la orilla de un mar en calma, cascada al fondo como música ambiental y “¡hey! ¿Para qué será este botoncito…?” blu blu blu y se encendió el jacuzzi. ¡Amo esta piscina! Y también los alrededores, con una amplia zona de jardín con tumbonas y sombrillas de paja. 

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El hotel se encuentra a las afueras de Villamanrique de la Condesa, lo suficientemente lejos para sentir que estás en medio de nada, pero lo suficientemente cerca para poder ir a comprar comida o pasar una tarde en cualquiera de sus confiterías disfrutando de un rico pastel local. Rodeado de pinares, hasta los patos se atreven a dejarse ver muy cerca.
En la zona se pueden hacer diferentes excursiones y muchas de ellas ofrecidas por el propio hotel: paseo a caballo, en 4×4, en coche de caballos, visitas a Doñana y alguna más. También tienen varios caminos alrededor para hacer caminatas entre arena y pinares y disfrutar con los niños buscando animales y bichillos.
Pero sin duda la excursión estrella es la visita al Parque Nacional que en pocos minutos en coche estás a las puertas de uno de los lugares de España con mayor diversidad de aves, pues por aquí pasan más de 300 especies. Además de aves, el avistamiento de ciervos y jabalíes está casi asegurado. La excursión se hace más interesante cuando sabes que dentro del parque existe un fantasma que se camufla como nadie, el rey de Doñana. Ese que hace que estés con las antenas puestas en cada rincón para poder verlo a él, al lince.

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¡Madre mía que comida! Recomendado durante años por la Guía Michelin, el listón estaba bastante alto. Mesa en el jardín, pero resguardados del sol, ideal para ir con niños y que jueguen en el césped que hay frente a las mesas. De entrada, ensalada templada de boletus con langostinos, que solo el nombre ya te hace la boca agua; arroz con pato, que hizo las delicias de todos y un final feliz, tarta de queso cubierta de culis de frutos rojos de Doñana. Ahora sí, podemos decir que el listón está donde le corresponde, bien alto.

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Digno de comentar es el desayuno. No recuerdo un desayuno con una calidad de los alimentos tan buena como este. Lo más básico como las naranjas del zumo o los huevos revueltos hicieron que las dos mañanas que estuvimos aquí comenzarán de manera excelente.

¡No te quedes con las ganas y saca tu lado más salvaje! Ardea Purpurea se convertirá en tu lugar favorito, ¿te apuntas?