Roadtrip por Guadalajara
Viajar con otros ojos, desconectar para volver a conectar, viajar sin mapa, perderte y dejarte sorprender. Únete a la Tribu de los Nómadas Rurales, una iniciativa de Ruralka y Volvo. Hoy os contamos nuestro roadtrip por Guadalajara, un viaje que se podría resumir en pueblos con encanto y mucha naturaleza. ¡Pero eso no es todo! Ven y descubre los tesoros de una provincia llena de tesoros ocultos listos para que los descubras, ¿estás listo?
Comenzamos nuestro roadtrip por Guadalajara en Casa Rural La Perla, un rincón con esencia francesa situado en plena Sierra Norte de la provincia. Conduciendo nuestro coche Volvo, disfrutamos del paisaje pintoresco en el camino hacia Hiendelaencina, donde esta acogedora casa de piedra del siglo XIX se convirtió en nuestro hogar temporal. Isabelle, nuestra encantadora anfitriona, nos recibió con calidez y nos hizo sentir como en casa.
Mientras explorábamos esta región rural, no pudimos evitar notar lo beneficioso que es utilizar un coche eléctrico Volvo para nuestro viaje. Además de la comodidad y la suavidad de la conducción, nos sentimos bien sabiendo que estábamos haciendo nuestra parte por el medio ambiente al reducir nuestras emisiones de carbono. Además, las carreteras provinciales se adaptaron perfectamente a la maniobrabilidad de nuestro Volvo, lo que hizo que nuestro roadtrip por Guadalajara fuese aún más placentero.
Nuestra estancia en Casa Rural La Perla nos llevó a los hermosos pueblos negros de Guadalajara, donde la arquitectura se entrelaza con la naturaleza de una manera única. Valverde de los Arroyos, en particular, nos dejó maravillados. En este encantador lugar, el negro de las cubiertas de pizarra se mezcla con los armazones de madera, creando un juego de luces y sombras que brilla en la oscuridad. En su pintoresca plaza, disfrutamos de juegos tradicionales junto a la iglesia parroquial de San Ildefonso, un verdadero emblema de los pueblos negros. Además, no pudimos resistirnos a visitar el Museo Etnológico en una típica casa de la calle Escuelas, que rinde homenaje a la actividad textil de la zona. Para poner la guinda al pastel, exploramos la ermita de la Virgen de Gracia y quedamos impresionados por la majestuosa Catarata de la Chorrera, que fluye sobre escalones de piedra con un descenso de más de 120 metros.
Continuamos nuestro roadtrip por Guadalajara y llegamos a Campillo de Ranas. Protegido por el Valle del Jaramilla y dominado por el pico del Ocejón, este pueblo nos sorprendió con su peculiar plaza, donde la pizarra se combina con piedras calizas en tonos diversos. La iglesia de Santa María Magdalena, que preside la plaza, junto con un sorprendente reloj de sol, nos dejó asombrados. Las casas de Campillo de Ranas se funden con la naturaleza a través de armazones de madera y lajas de pizarra, y los lavaderos tradicionales son una vista común en este encantador lugar.
Nuestro roadtrip por Guadalajara nos llevó también a Majaelrayo, donde la belleza natural se fusiona con la historia del lugar. Situado entre los picos Ocejón, Atalaya, Campachuelo y otros, este pueblo ofrece vistas impresionantes. Su iglesia de San Juan Bautista, a pesar de haber sufrido daños durante la Guerra Civil, sigue siendo el corazón del pueblo. Pasear por sus calles y admirar el Olmo de la Plaza del Cementerio nos transportó a otra época. Además, Majaelrayo es famoso por sus baños de Robledo y sus fuentes curativas, como la Fuente del Caño, la Fuente Buena y la Fuente de las Cabezadas. Desde aquí, también iniciamos una emocionante ruta de ascenso al Pico Ocejón, una experiencia que no nos atreveríamos a perder.
Explorar estos pueblos negros de Guadalajara fue como sumergirse en un cuento de hadas, y el entorno natural encajó perfectamente con nuestro Volvo eléctrico, permitiéndonos disfrutar plenamente de esta experiencia única y sostenible.
Al día siguiente, hicimos una visita al Hayedo de Tejera Negra, donde la belleza natural nos dejó sin palabras. Este rincón mágico, conservado en un excepcional microclima e integrado en el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, nos reveló la importancia de conectarnos con la naturaleza mientras disfrutábamos de nuestro viaje con nuestro coche Volvo. Aquí, nos encontramos con el último hayedo del sur de Europa, un lugar donde la belleza natural se despliega de manera impresionante.
El bosque de hayas, con su ambiente de cuento, nos envolvió con sus colores cambiantes, el musgo que cubre los suelos y el silencio que solo se interrumpe por el susurro del viento a través de las hojas. Pero el Hayedo de Tejera Negra no se limita solo a las hayas. También encontramos robles melojos, pinos silvestres, tejos, acebos y abedules que coexisten en este ecosistema diverso. Mientras explorábamos sus senderos nos maravillamos al descubrir el apreciado Boletus Edulis que crece en otoño en sus suelos y, alzar la vista, con el majestuoso vuelo del águila real.
Este lugar es un verdadero paraíso de biodiversidad, donde los ríos Lillas y Zarzas, alimentados por el glaciar La Buitrera, dan vida a este bosque único. Aquí, la vida se manifiesta en su esplendor, desde los corzos que se deslizan entre los árboles hasta los zorros y jabalíes que deambulan por los alrededores. La importancia de preservar este entorno natural es innegable, y como amantes del turismo rural, entendimos la necesidad de cuidar y respetar estos tesoros naturales.
En 2017, el Hayedo de Tejera Negra recibió el reconocimiento que se merece al ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, junto con otros hayedos de España y Europa. Esta designación nos recordó la importancia de conservar estos ecosistemas únicos y frágiles para las generaciones futuras. Nuestro Volvo eléctrico nos permitió disfrutar de esta roadtrip por Guadalajara de una manera más sostenible, sin dejar una huella negativa en este paraíso natural.
Nuestro roadtrip por la zona de Hiendelaencina ha llegado a su fin, y no podríamos haber pedido un lugar mejor para despedirnos que la Casa Rural La Perla. Nos llevamos con nosotros no solo los recuerdos de los impresionantes pueblos negros de Guadalajara y la naturaleza del Hayedo de Tejera Negra, sino también el cariño que Casa Rural La Perla ha puesto en cada aspecto de nuestra estancia. ¡Esperamos volver pronto a este refugio de reconexión con lo esencial!
Pero nuestro roadtrip por Guadalajara continua y la siguiente parada nos llevó a Casa Rural Place du Port en Alocén, un lugar verdaderamente encantador que guarda un tesoro en su interior. Mientras disfrutábamos de las pintorescas carreteras que nos llevaban a esta joya escondida, quedamos impresionados por lo bien que nuestro coche eléctrico Volvo se adaptaba a la topografía de la zona.
Durante nuestra estancia aprovechamos a descubrir Alocén, un bonito pueblo que se ubica en lo alto de una ladera que se asoma majestuosamente sobre el pantano de Entrepeñas, ofreciendo una vista espectacular de este embalse que alguna vez fue el refugio de sol y agua para muchas personas del centro de la península. Fundado en la Reconquista, allá por el siglo XI, Alocén ha acumulado una historia fascinante.
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, que data del siglo XVII, es un verdadero tesoro arquitectónico. En su interior, encontramos un órgano que combina elementos neoclásicos en la parte inferior con detalles rococó en la superior, un verdadero regalo para los amantes de la música y la historia. Además, esta iglesia alberga retablos mayores y otros de menor tamaño que son auténticas joyas en términos de belleza y artesanía.
La Plaza Mayor de Alocén es una de las más hermosas de la provincia. Su ayuntamiento, un edificio porticado remodelado manteniendo las estructuras originales, se alza como un testigo de la rica historia del pueblo. A solo un kilómetro del centro, encontramos un espectacular mirador que ofrece una vista panorámica impresionante de esta zona de la Alcarria. Desde allí, nuestras miradas se perdieron en la inmensidad del paisaje, capturando en nuestra memoria la belleza de Guadalajara y sus encantos rurales.
En nuestro viaje junto con Volvo, Alocén nos recordó la importancia de explorar los rincones menos conocidos y apreciar la riqueza cultural y natural que estas gemas escondidas tienen para ofrecer. Un verdadero roadtrip por Guadalajara lleno de turismo rural.
Y nuestro refugio en Alocén no se quedó atrás, pues nuestra estancia en Casa Rural Place du Port fue un auténtico deleite. Este encantador alojamiento, escondido entre las casitas de piedra clara del pueblo, nos cautivó con su atmósfera única y sus comodidades excepcionales. Cada rincón de la casa parecía tener su propia historia que contar, y el precioso patio con un techo acristalado móvil, que sirve de distribuidor al resto de la casa, nos brindó un espacio mágico para disfrutar sin importar la temperatura exterior.
El toque especial de la singular bodega, que invitaba a celebrar reuniones mientras degustábamos deliciosos vinos, fue una experiencia que no olvidaremos. Las habitaciones estaban decoradas con esmero, destacando los pequeños detalles que hacían que nos sintiéramos como en casa. Desde el balcón, disfrutamos de las impresionantes vistas al embalse de Entrepeñas, un espejo natural que reflejaba la luz del atardecer de manera mágica.
Casa Rural Place du Port en Alocén nos brindó una experiencia de alojamiento que trascendió nuestras expectativas, añadiendo un toque de lujo y autenticidad a nuestra aventura rural. Este refugio es un testimonio de cómo la tradición y la comodidad pueden fusionarse para crear un entorno verdaderamente especial. Estamos seguros de que volveremos a visitar este rincón mágico en futuros viajes.
En resumen, este roadtrip por Guadalajara en nuestro coche Volvo ha sido una experiencia inolvidable. Hemos explorado la hermosa arquitectura negra, disfrutado de la naturaleza en el Hayedo de Tejera Negra y nos hemos relajado en alojamientos rurales excepcionales. Además, al elegir un coche eléctrico Volvo, hemos contribuido positivamente al medio ambiente. ¡No podemos esperar para compartir más detalles sobre nuestras próximas aventuras en este hermoso rincón de España! ¡Hasta la próxima!