Roadtrip por Toledo
Roadtrip por Toledo
Viajar con otros ojos, desconectar para volver a conectar, viajar sin mapa, perderte y dejarte sorprender. Únete a la Tribu de los Nómadas Rurales, una iniciativa de Ruralka y Volvo.
Descubrir nuevos rincones, volverse uno con la tierra, explorar maravillosos pueblos con encanto… somos nómadas rurales, viajar nos apasiona y es por ello que esta vez nos hemos adentrado en la maravillosa e histórica provincia de Toledo. Un viaje único, lleno de tradiciones y tesoros únicos, ¿quieres saber cómo nos fue? ¡Acompáñanos!
Nuestra primera parada en Toledo fue Oropesa, uno de los pueblos más bonitos de Toledo. ¡Y con razón! Este pueblecito tan encantador es una maravilla, desde su imponente castillo, hasta sus bellas iglesias pasando por sus encantadoras casitas.
Llegamos en muy poco tiempo gracias a Volvo, nuestro partner en sostenibilidad y gran compañero durante nuestros roadtrips. Para Volvo, viajar de forma respetuosa y sin dañar el entorno está al mismo nivel de importancia que la seguridad y comodidad, es por ello que confiamos en Volvo para nuestros roadtrips.
Nada más llegar a Oropesa y tras aparcar nuestro Volvo comenzamos nuestra andadura por las preciosas calles de este municipio toledano. Afortunadamente, ¡todo está muy cerca! Lo que significa que podemos descubrir Oropesa mientras damos un agradable paseo por el pueblo.
Comenzamos por el Palacio Condal, el castillo viejo y el castillo nuevo, un conjunto declarado Monumento Histórico-Artístico en el año 1923.
El Palacio Condal está formado por dos conjuntos palaciegos, el Palacio Viejo o de Doña Elvira del siglo XIV y estilo gótico mudéjar. Por otra parte, el Palacio Nuevo data del siglo XVI. Ambas construcciones fueron creadas por los Condes de Oropesa.
Por otra parte, el Castillo de los Álvarez surgió como construcción romana, aunque posteriormente los musulmanes terminarían de levantar el castillo entre los siglos XII y XIII. Nosotros aprovechamos al máximo esta visita, subimos a la torre y pudimos tener unas vistas magníficas de Oropesa.
También visitamos los restos de la muralla del municipio, una muralla de tiempos romanos del siglo XIII y de la que todavía queda una de las cuatro puertas, la Puerta Condal.
Nuestra ruta continúa callejeando por el municipio, visitamos el casco histórico, sus calles estrechas, el antiguo Hospital de San Juan Bautista (ahora Oficina de Turismo) y el llamado Pasadizo, una calle creada por Don Fernando Álvarez de Toledo y que destaca por su curiosa construcción formada por arcos. No nos olvidamos de su Iglesia Principal, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la Capilla de San Bernardo y el Colegio de los Jesuitas. Sin duda alguna, no nos dejamos nada por ver en Oropesa.
Cogemos de nuevo nuestro coche Volvo y en menos de media hora nos encontramos en Talavera de la Reina, uno de los pueblos más famosos y reconocidos de Toledo, una parada imprescindible para aquellos que, como nosotros, se deciden por realizar un roadtrip por Toledo.
Decidimos pasar toda la tarde en Talavera de la Reina, siendo este después de Toledo el municipio más poblado. Paseando por el municipio descubrimos la Basílica del Prado, las Torres Albarranas y la Puerta de Sevilla. Por otra parte, tampoco nos perdemos el Museo de la Cerámica y la Plaza del Pan en la que se encuentra la Colegial de Santa María la Mayor.
Tras una experiencia maravillosa recorriendo dos de los pueblos más espectaculares de Toledo, decidimos dirigirnos con nuestro Volvo al alojamiento Hotel y Spa La Salve, un establecimiento en Torrijos que nos brindará justo lo que necesitamos, descanso y desconexión tras un día lleno de turismo rural.
El Hotel y Spa La Salve es maravilloso, dormimos como si estuviéramos en nuestra casa y amanecemos con un espectacular desayuno lleno de productos caseros y deliciosos. Justo lo que necesitamos para recargar las pilas. Este día queremos tomárnoslo con calma y nuestra única parada es La puebla de Montalbán, un precioso pueblo en el que pasaremos la mañana y donde aprovecharemos a comer y probar su increíble gastronomía.
Conducimos nuestro Volvo y en menos de veinte minutos llegamos a Puebla de Montalbán. Con Volvo es maravilloso conducir, rápido cómodo y seguro, además saber que no contaminamos nuestro planeta mientras viajamos es maravilloso.
Nada más llegar comenzamos nuestra ruta por el casco histórico. Visitamos su maravillosa Plaza Mayor, la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz, La Torre de San Miguel, la Ermita del Cristo de la Caridad y el Museo de la Celestina. ¡Un planazo que disfrutamos muchísimo!
A nuestra vuelta al alojamiento, aprovechamos a relajarnos en sus amplios jardines y, por supuesto, probamos su circuito termal. Las sensaciones son indescriptibles, conseguimos relajarnos de verdad, desconectar de nuestra rutina y concentrarnos solamente en nosotros. Una verdadera maravilla.
Al día siguiente, y tras despedirnos de nuestros anfitriones quienes nos trataron con todo el cariño del mundo, nos ponemos en marcha a nuestro próximo destino, la bella e histórica ciudad de Toledo.
En menos de media hora llegamos a esta emblemática ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Nada más pisar la ciudad decidimos perdernos en ella y descubrir todos sus rincones: recorremos el casco histórico, paseamos por el barrio de la judería, encontramos la Catedral Primada, la Plaza de Zocover y, por supuesto, visitamos el Alcázar de Toledo y el Mirador del Valle, el cual ofrece una de las mejores vistas de la ciudad.
Por la noche nos encaminamos hacia el Hotel Rural La Vida de Antes, un precioso alojamiento en uno de los lugares más emblemáticos de Toledo, Consuegra. Un municipio que guarda en su interior los famosos molinos de viento.
Tras un merecido descanso, amanecemos llenos de energía gracias a Paula, nuestra amable y cercana anfitriona. Este alojamiento rezuma tradición por todos sus rincones, desde su mobiliario costumbrista hasta sus techos y preciosos suelos.
Las habitaciones, amplias y cómodas, nos transportan a la cultura toledana, y su atmósfera y espacios nos invitan a relajarnos y a desconectar
De hecho, eso hacemos durante este día, visitar Consuegra y empaparnos de sus tradiciones. Visitamos el Casco histórico, su Plaza Mayor, la Iglesia de Santa María la Mayor, la Iglesia de San Bautista o la Ermita del Santísimo Cristo. Un día lleno de historia y desconexión.
Al día siguiente, y nuestro último día de roadtrip por Toledo, decidimos desconectar rodeados de naturaleza. Es por ello que decidimos conducir nuestro Volvo hacia el Parque Nacional de Cabañeros, un refugio natural precioso perfecto para aquellos que aman la naturaleza.
Con Volvo todo es tranquilidad y confort. En aproximadamente una hora llegamos sin ningún problema a nuestro destino. Eso es lo que nos gusta de Volvo, conducir con la seguridad de que nuestro viaje es sostenible y tiene el mínimo impacto para el planeta. Sus coches eléctricos son una pasada.
Ya en el parque, nos adentramos en los múltiples senderos que lo salpican. Aprovechamos a escuchar el sonido de los pájaros, de su fauna. Respiramos aire puro y aprovechamos a poner en práctica el Earthing, una experiencia única que consiste en caminar descalzos por la naturaleza. Esta práctica nos ayuda a conectar con la tierra, con la naturaleza, una forma preciosa y maravillosa que nos permite sentir los latidos del entorno. No hace falta irse muy lejos para conocer esta sensación, para sentirse uno con lo que nos rodea y poder apreciar los tesoros de nuestro planeta.
Y aquí, sentados sobre la hierba se acaba nuestro roadtrip poro Toledo. Un viaje que nos ha llevado a conocer la historia y los rincones más bellos de una provincia llena de encanto.
Gracias también a Volvo, nuestro gran aliado, una marca que comparte con nosotros su filosofía de vida, de respeto hacia el entorno y que pone a la misma altura la sostenibilidad y la preocupación por la seguridad.
No podemos olvidarnos de nuestros refugios en tierras toledanas. El Hotel y Spa la Salve (Torrijos) y El Hotel la Vida de Antes (Consuegra), dos hoteles únicos, cada uno con su propia personalidad, pero en los que te sentirás como en tu propia casa. Gracias, en parte, a la amabilidad de sus anfitriones.